Los miedos nocturnos infantiles se caracterizan por despertares a mitad de la noche, no querer dormir solo, alargar la hora para irse a la cama, sobresaltarse y despertarse de repente, entre otros. Además, son muy frecuentes en la infancia y pueden llegar a ser un problema serio si se alargan en el tiempo, ya que interfieren con el funcionamiento diario familiar, escolar y social. El grupo de investigación AITANA de la Universidad Miguel Hernández ha iniciado un estudio sobre miedos nocturnos infantiles que persigue detectar los casos más graves que haya en la provincia y darles una solución. Para ello, buscamos a padres con hijos de entre 3 y 8 años para detectar las causas de sus ansiedades con la oscuridad.
La participación de las familias supone completar un cuestionario tras el cual los participantes reciben pautas para ayudar a sus hijos ante signos de miedos nocturnos. En aquellos casos en los que se detecten niveles altos de ansiedad o miedos problemáticos.